Es cierto, yo también dejé para más tarde ese café que tenía que tomar con esos amigos, esos amigos cuyos abrazos y conversaciones ahora tanto extraño.
Estoy aprendiendo de ello y espero que no se me olvide en el futuro: no hay nada como el momento presente. Hay cosas que sí pueden esperar, como unas tareas o unos trabajos; las que no pueden esperar son las personas. Siempre posponer ese café, ese paseo, esa reunión entre amigos, esa confesión sobre los sentimientos de uno, pensando que siempre habrá tiempo es el error que muchos hemos cometido. Nunca sabemos si el sol volverá a levantarse para nosotros, sean cuales sean las circunstancias.
¿Cuántos nos quedamos sin pedir perdón, sin decir esas cosas que sentíamos o sin tomar ese café?
Hablo por mí sin pretensión de dar lecciones a nadie: el momento ha llegado, el de no posponer lo que realmente tiene valor para mí y el de hacer lo que realmente quiero hacer sin preocuparme por el “qué dirán”.
Así que sin nombrar a nadie, pero Ustedes se reconocerán, cuando acabe este retiro, nos tomamos ese café (o esa cerveza), nos damos ese abrazo, tenemos esa conversación, vamos a esa librería, vamos a esa ciudad, …, cuadramos fechas sin excusas!
Esto nos pasa a muchos, y valoras aún más esos amigos, familia,esas muestras de cariño, creo que cuando pase esto disfrutaremos el doble de ese café ����
ResponderEliminar