Recorriendo Bogotá: los Cat Cafés

Hace un tiempo, escribí sobre Espai de Gats, el primer “cat café” de Barcelona. Si algo no me esperaba encontrar en Bogotá era un concepto similar pero resultó que sí. Y no es que haya solo uno, sino varios.

Muchas personas, en numerosas ocasiones admiran culturas, como pasa últimamente con la japonesa que está muy de moda, como si fuera un modelo a seguir, descuidando la suya propia u otras que también tienen mucho que ofrecernos. Y es que, para mi gran sorpresa, la mayoría de los habitantes de la capital colombiana tienen y cuidan a los animales.

A continuación va un resumen de las tres cafeterías donde uno puede tomar algo, mimar, admirar, jugar y acariciar gatos.

Calico Cat Café

Dirección: Cl. 61 #5-56 - Facebook: https://www.facebook.com/calicobogota/ 

Ubicado en Chapinero, el consumo mínimo de este lugar es de 10.000 pesos antes de poder tener acceso al segundo piso, donde se encuentran los gatos. En un doble espacio donde los peludos tienen todo para comer, dormir o jugar, uno puede pasar un tiempo determinado acariciándolos y jugando con ellos. El café está evidentemente muy ambientado entorno a estos felinos y también existe la posibilidad de realizar diversos tipos de celebraciones, talleres o eventos. Regularmente se organizan clases de Yoga en el espacio de los gatos.

Gato Latte

Dirección: Cra 8#45-87 piso 2 - Facebook: https://www.facebook.com/GatoLatteHome/ 

También situado en un segundo piso de un edificio de Chapinero, se tiene acceso a los gatos, los cuales todos buscan un hogar definitivo, con cualquier consumición. Se trata de un espacio relajado, con puffs y mesas hechos de palets y donde también cuidan mucho la forma de hacer café. El espacio organiza puntualmente conversatorios y ofrece la posibilidad de realizar celebraciones.

Gatos y Blues

Dirección: Cl. 42 #22 - 54, Bogotá - Facebook: https://www.facebook.com/gatosyblues/ 

Ubicado en Park Way, además de café y jugos, este café también ofrece comida casual y una biblioteca con multitud de libros mientras se escucha jazz y blues. Luego, con una contribución de 3.000 pesos por persona, se puede pasar a la Gatolandia, un espacio donde jugar con los gatos (o verlos dormir), los cuales están en busca de un hogar definitivo.

Vivan en Bogotá o estén de paso, si les gustan los gatos, no puede perderse por lo menos uno de esos tres lugares. Cada uno de estos cat cafés también tiene “tienda” donde la compra de cualquiera de sus “gato-productos” permite mantener a sus felinos.